jueves, 23 de febrero de 2012

Los perros del hortelano


Muchos de los que me conocéis, sabéis que soy un defensor acérrimo de todo lo que tiene que ver con el desarrollo y trabajo de la marca personal, como valor diferenciador de cualquier profesional que se precie.
Y la defiendo, porque creo que “tú”, como marca, se debe trabajar independientemente de la edad, situación laboral (más aún si estás en desempleo) o el puesto que desempeñes en una organización (secretario/a, directivo/a, gerente, vendedor, empresario/a, funcionario, etc.).




Si diseñas tu marca como si fueras un producto, elaboras un plan de acción (como bien nos explica Andrés Pérez Ortega en su libro Expertología) y “lo trabajas, lo trabajas y lo trabajas”, más tarde o más temprano comenzarás a ver los resultados. Y posiblemente, será en ese instante cuando comiences a darte cuenta que te has convertido en un referente, que los demás comienzan afijarse en ti y que la gente se interesa por lo que dices o haces. Y todo es porque te has diferenciado de aquellos que no han sabido o querido trabajar su branding personal.


El trabajar tu marca, genera beneficios a nivel personal como a nivel organizacional ya que aportas valor, garantías y prestigio a la organización a la que perteneces. Por ejemplo, un Real Madrid de futbol o un F.C. Barcelona no serían lo mismo sin el valor que tienen sus “Ronaldos, Iniestas, Casillas o Messis”, independientemente del equipo en el que jueguen. Estos jugadores aportan su marca al club a cambio de contratos supermillonarios y, como contraprestación, el club obtiene numerosos ingresos y multitud de líneas de negocios, con lo que ambas partes resultan beneficiadas.


Esto que se ve muy claro en el mundo de los deportes bien sea baloncesto, futbol, fórmula 1, etc., está muy mal visto en el ámbito de las organizaciones. Que exista alguien con su propia marca, su propio ADN profesional, genera rechazo y desconfianza entre directivos, gerentes y empresarios.


Por desgracia, en muchos sitios sigue sin estar bien visto el que un trabajador/a se preocupe por su marca. Por ejemplo, se cuestionan que:

  • Se interese por estar formado o, que quieras asistir a eventos, encuentros de su sector o área profesional de “motus propio” que no sean propuestos por la organización. Con comentarios como: Para qué se va a formar. Ese seguro que lo hace para cambiar de empresa o, seguro que quiere asistir al evento para perder el tiempo y no trabajar.
  • Participe en pequeños talleres o seminarios formativos en universidades, colegios o en pequeños colectivos o reuniones de negocios. Con comentarios como: veremos a ver qué es lo que dice y si cuenta cosas de nuestra compañía. 
  • Tenga su propio blog, que genere networking a través de su cuenta de Twitter o, que exponga su perfil profesional y participe en grupos de trabajo en Linkedin. Con comentarios como: eso de las redes sociales es una pérdida de tiempo y le está dedicando tiempo personal en horario de trabajo.



¿Y por qué creéis que ocurre esto? ¿Por qué pensáis que existen estos “perros del hortelano” que ni comen(ni se preocupan por el desarrollo del trabajador/a dentro de la organización)pero que tampoco dejan comer (que el profesional aporte su propia marca y valora la organización lo que redunde en beneficios para ambos).


Pues sinceramente, no lo sé muy bien. Tal vez sea por muchos factores. Una mezcla de miedos, inseguridades, desconocimiento, preocupación, desconfianza,…pero en definitiva, por mentalidades pasadas incapaces de ver al trabajador como un colaborador, pieza clave de cualquier organización, que genera valor.


Por otro lado, también pienso que ha sido culpa del trabajador/a; de los años y años de cultura tan “adiestrada” que hemos pensado que era el trabajar por cuenta ajena; en donde nuestro papel era ir a trabajar y no hacer ruido ni generar discordancias, ya que estaba mal visto.


Algo tiene que empezar a cambiar, tanto en los trabajadores como en las propias organizaciones y, darse cuenta, que no hay mayor valor para una compañía que contar con un gran número de trabajadores con su propia marca; líderes y profesionales de referencia en el sector que ayudarán a posicionarla y generarán un incalculable beneficio si son aceptados por la misma.


Miguel Ángel Serralvo
Gerente Lehmberg Formación para el Empleo

miércoles, 22 de febrero de 2012

Opinión Docente Curso Formador de Teleformadores


Tras la experiencia de impartir el curso de Formador de Teleformadores de IMFE con Lehmberg Formación, me quedo con una muy  buena sensación.
Además de formar a futuros “Teleformadores”  proporcionándoles  todo lo necesario para dotar, ampliar, mejorar o actualizar los conocimientos fundamentales sobre E-learning, hemos pretendido dar una pincelada de optimismo.
A través de las diferentes herramientas de la plataforma, se han creado foros de discusión, se han colgado noticias y vínculos, todos relacionados con esta modalidad de formación, haciéndoles ver que la teleformación emerge como un nuevo yacimiento de empleo.
Tratar este tema nos ha parecido muy interesante y motivador, dado el periodo difícil que atravesamos. El alumnado así lo ha percibido, y así nos lo ha hecho saber, mostrándose muy participativo a lo largo del curso.
Hemos podido analizar como “detrás” de esta nueva profesión surgen de manera adyacente, un amplio abanico de perfiles profesionales que, aunque a priori desconocemos, apoyan todo el proceso desde el inicio hasta el final, como son informáticos, gestores de formación, supervisores pedagógicos, etc.
No olvidemos, que las personas optimistas son más felices por mirar el mundo con mejores ojos, y esta actitud favorece cualquier actividad que realicemos. De hecho, dicen los especialistas que el optimismo es el camino más corto hacia la felicidad.
 En definitiva, una experiencia muy gratificante. Gracias al equipo y compañeros/as de Lehmberg y por supuesto, al alumnado.
“La calidad nunca es un accidente; siempre es el resultado de un esfuerzo de la inteligencia”. Jonh Ruskin (1819-1900. Crítico, escritor y sociólogo británico.)


Ana Romero

Docente Formador de Teleformadores